12/06/2018 en Forbes Centroamérica
Cox Energy, consiguió ser una de las primeras compañías en participar en el mercado mexicano tras la liberalización del sector energético y en 2018 logró ser parte del mayor PPA (Power Purchase Agreement, o Acuerdo de Venta de Energía) de energía solar fotovoltaica que se haya firmado en todo el mundo. Con solamente 29 años de edad. Enrique Riquelme, CEO
de Cox Energy, en menos de un lustro ha hecho de esta empresa una firma sobresaliente con presencia en Centro y Sudamérica. así como en México, España y algunos países de África.
En cuatro años, Cox Energy ha comprometido inversiones por 4.000 millones de dólares para diversos proyectos de generación de energía eléctrica solar; una parte, será aportada por la banca y la otra se financiará con recursos propios, este capital permi t irá generar una cartera de más de 5,000 megawatt s (M W) en diversos proyectos, "un país como Panamá, no consume ni la mitad de esa energía anualmente", dice Enrique Riquelme.
En entrevista con FORBES. este joven español devela los secretos de cómo pasó de expender gasolina a los 12 años de edad en su pueblo natal, en España. a convertirse en un prometedor empresario del sector de las energías renovables, aún sin haber pisado la universidad.
Proveniente de una familia dedicada al sector del cemento y la cantera, Riquelme comenzó a trabajar desde muy pequeño y pronto se involucró en los negocios familiares, pero sería la crisis económica de 2010, en España, la que lo empujaría a dejar su vida en la pequeña localidad de Cox, en la provincia de Alicante.
Esa vocación emprendedora del lugar donde nació lo llevó a aventurarse a cruzar el Atlántico e instalarse en Centroamérica. Con 115,000 euros, producto de hipotecar su departamento en España, más los recursos que obtuvo por un par de camiones modelo 1992 que le prestó su familia, obtuvo los recursos con los cuales se asentó en Panamá, involucrándose en un sector
que no le era desconocido: la venta de materiales para la construcción. "Encontré buenos socios y comencé a crecer con fábricas de cantera, de esta manera fundé Grupo Sol.
Con todo el boom de construcción que se vivía en Panamá por esos tiempos, crecimos muy rápido y pronto teníamos alrededor de 1,200 empleados",menciona Riquelme.
El rápido crecimiento de Grupo Sol llevó al empresario español a conversirse en uno de los principales proveedores de materiales durante la ampliación del Canal de Panamá, con la venta de arena: "Nosostros nunca dejamos de surtir materiales de construcción durante el paro de la obra por 10 días", anota Enrique Riquelme.
UNA IDEA EN UN DÍA CALUROSO
Durante el 2012, en uno de los días más calurosos, en Panamá, mientras intentaba recorrer un centro comercial lleno de marcas internacionales, pero ausente de aire acondicionado y de luz, Enrique Riquelme se pregunto cómo un país como éste no tenía las condiciones para generar la energía eléctrica que requería para la operación del día a día. En aquellos años, el país canalera basaba su producción de electricidad en energía hidráulica, razón por la cual durante las temporadas más altas de calor se generaban sequías que provocaban apagones constantes y cortes del suministro eléctrico en la ciudad. Fue entonces cuando Enrique detectó una oportunidad de negocio que en poco tiempo lo pondría en los reflectores del sector energético mundial. Así fue como dio el salto al negocio de las energías renovables: "Entonces no tenía ninguna idea del tema y no sabía ni lo que era un megawatt", confiesa Enrique. Eso no lo detuvo para vender casi todos los activos que tenía en Grupo Sol y con los recursos obtenidos de esa operación creó Cox Energy, en 2014.
En esa época el país del istmo que se encontraba más avanzado y estructurado en términos de regulación del sector energético era Guatemala. Fue ahí donde logró concretar un contrato a través de un PPA, consiguiendo realizar el primer proyecto fotovoltaico de Latinoamérica, el cual requirió una inversión de 120 millones de dólares y que fue vendido a un grupo local para su operación: "Todos ganamos mucho dinero y el país bajó sus costos de energía", sostiene Riquelme. En los últimos 10 años, el costo por instalar un mega-1 vatio de energía solar descendió desde los 10 MDD hasta los 700,000 dólares en la actualidad, esto ha provocando que proyectos de esta magnitud se vuelvan más rentables y tal vez podrían ser la clave para entender el vertiginoso crecimiento de Cox Energy, que tomó forma en Panamá y cuya irrupción en el sector nadie vio venir. Quizá ni su mismo presidente y fundador supo en qué | momento comenzó esta ascensión meteòrica. Esto fue apenas el comienzo, pues a cuatro años de haber fundado Cox Energy ya se codea con las grandes 3 empresas energéticas del mundo.
LAS BONDADES DEL MERCADO
Una combinación de una meticulosa estrategia empresarial que incluye la asociación con grandes fondos de inversión en infraestructura, como J.P. Morgan y KKR & Co, y las condiciones del mercado han permitido una dramática baja de los precios de producción de la energía solar fotovoltaica y junto con ello el interés de las grandes firmas para invertir en este sector, que está
en auge por todo el mundo. Cox Energy no sólo busca inversionistas financieros para impulsar sus proyectos, también ha firmado contratos para generación de energía solar con empresas como Audax, Nexus y Sonnedix, entre otros grandes jugadores. Otro factor que está jugando en el mercado de las energías renovables de manera estratégica son los contratos PPA, que son convenios de compra de energía a largo plazo entre los productores de energía y los clientes finales o compañías comercializadoras (offtakers).
La modalidad de los PPA permi te mayor financiamiento para los grandes proyectos productores de energía renovable, además de garantizar los ingresos de producción de cada proyecto, mientras que los offtakers (gobiernos, empresa privada o distribuidores) adquieren la energía a bajo costo, lo que les permi te establecer todas las condiciones de la cantidad de energía que se va a producir, a qué precio y a qué plazo. El desarrollo de las energías renovables, principalmente cólica, pero también solar, comenzó en Latinoamérica en Brasil hacia el año 2006, en donde se empezaron a desarrollar este tipo de energías para llevarlas hacia lugares en los que no era fácil llegar con fuentes convencionales. Hay que añadir que este tipo de proyectos se expandió poco a poco hacia otras naciones de la región: "Chile es otro país interesante. Ahí se le está dando un gran impulso para abastecer con energía solar a la industria minera y se está utilizando [también] para el desarrollo industrial, que es uno de los segmentos que hoy se ven con mayor interés en ese país para generar energía con fuentes renovables cerca de donde pueda ser ocupada, disminuyendo los costos de transmisión de redes", explica Javier Barella, Director de OSlsoft Latinoamérica.
Fue justamente en ese país del cono sur donde Cox Energy realizó uno de sus movimientos más interesantes al firmar en 2017 un acuerdo con Sonnedix, el nuevo gigante de energías renovables creado por J.P. Morgan, mediante el cual esta firma se quedó con el 70% de participación de Cox Energy Chile y a su vez la empresa española adquirió el 30% de las acciones de SPV P4, una subsidiaria de Sonnedix que también posee proyectos en esa nación. Aunque el monto de esta transacción no se dio a conocer oficialmente, medios latinoamericanos especularon que la inversión alcanzó los 60 MDD. Pero la sociedad con Sonnedix ha ido más allá de Sudamérica. En marzo de este año Cox Energy consiguió firmar con Audax, una de la mayores comercializadoras en la Península Ibérica, el mayor contrato de venta de energía solar a largo plazo del mundo, en el que irá en sociedad con la filial de J.P. Morgan y la inversión
superará los 580 MDD para producir más de 660 MW. México es otro de los países donde Riquelme ha puesto la mira: "Ese país es la niña bonita del mundo y todos quieren estar ahí", dice.
La Reforma Energética permitió la apertura del sector eléctrico mexicano e hizo posible que diversas empresas, como Cox Energy, empezaran a desembarcar con proyectos de generación de granjas, para desarrollar fuentes de energía renovables. De hecho, durante la entrevista con FORBES. Enrique Riquelme lanza una exclusiva, al asegurar que construirá un parque de más de 1,000 megavatios, que estará ubicado cerca de la ciudad de Guadalajara en Jalisco, México, y que en junio de 2018 empezaría la construcción de la primera fase, de 118 megavatios. Cox Energy vendió un segmento de la participación de este proyecto al fondo de inversión de infraestructura KKR y el cliente que comprará la energía será la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
LA CLAVE DEL ÉXITO
Riquelme asegura sin miramientos que cuando era todavía más joven su afán por demostrar que un niño de un pequeño pueblo podía sobresalir, lo llevó a tomar malas decisiones y confiar en gente que no debía. Pero, "cuando has llegado hasta el borde del precipicio varias veces te das cuenta que cuando te caes, te caes", reflexiona, al preguntarle cuál ha sido su mayor error en los negocios. Y entonces, ¿cómo le hace una compañía mediana para ganarle contratos a los gl andes conglomerados del sector, aún presentando licitaciones con los precios más altos? o ¿cómo ha conseguido crecer sin deuda? Riquelme trata de explicarlo: Con un discurso que por momentos parece difícil de entender, debido a una compleja entramada de negocios
que ha desarrollado, este ejecutivo desmenuza el funcionamiento de la compañía, que le ha permitido lograr el éxito inusitado en tan poco tiempo. Riquelme, que no parece perder nunca la compostura, asegura que aparte de rodearse de lo mejor de la industria con socios, "lo que hago es desarrollar el proyecto en papel y después realizo un PPA, lo que permite estructurar financieramente el proyecto, porque estás en toda la cadena de valor". De esta forma desarrolla parques cuya propiedad es 100% de la compañía y otros en donde por el tamaño del contrato y la inversión. Pretende afianzarlos a través de tres alternativas: 1) busca accionistas para que inviertan en sus proyectos; 2) vende una parte de los activos de un proyecto en específico y con los recursos obtenidos invierte en nuevos parques; 3) adquirir deuda, lo cual nunca lia hecho. Así es como ha conseguido participar en grandes contratos en los países en donde tiene presencia. Aunque los tratos con jugadores como J.P. Morgan o KKR no son fáciles. Enrique no repara en asegurar: "cuando vas con estas personas y tienes algo que
solamente tú posees, eso te permite negociar con esos fondos de inversión". Así lo hizo, por ejemplo, en el caso de Chile, un mercado muy atractivo para las energías renovables, por lo que los fondos de inversión estaban muy interesados en entrar ahí. ¿Qué hizo Riquelme? Ofrecerles participar en proyectos que la empresa ya tenía en esa nación y venderle sólo una parte de los activos, de esta forma Cox Energy se mantiene como socio de ellos. Aún así, el directivo reconoce que amarrar este tipo de contactos es lo más difícil del negocio.
LA HORA DE LA CONSOLIDACIÓN
De cara al futuro, la empresa enfrenta una nueva realidad que podría definir su estrategia de crecimiento para los siguientes años. En la actualidad Riquelme considera que la compañía está en otra etapa de desarrollo, por lo cual buscará edificar únicamente parques solares que sean 100% propiedad de la firma, quedarse con ellos para operarlos y obtener las ganancias generadas durante toda su vida útil. Pero no es todo, Cox Energy tiene otro as bajo la manga: su director reconoce que, aunque file una noticia filtrada a los medios sin que él tuviera la intención de darla a conocer, confirma que contrató los servicios de Deutsche Bank para analizar una posible salida a la Bolsa de Valores en España, en donde se esperaría que la
compañía alcance un valor de 500 millones de euros. "Ya hemos tenido algunas reuniones y hemos visto posibles inversores. Al día de hoy hay tres accionistas: un fondo de pensiones en España, otro fondo de arquitectos técnicos y un tercero sería la familia Otis, dedicada a la fabricación y mantenimiento de elevadores." Aunque con esta operación la compañía buscaría
obtener los recursos necesarios para financiar los diversos proyectos que tiene en puerta. Enrique Riquelme asegura que todavía no es una decisión tomada y que. en caso de hacerlo, sería hacia el tercer trimestre del año; de ocurrir, se convertiría en el cuarto empresario más joven de la historia en lanzar su empresa a la bolsa. De no llevarlo a cabo, "tengo otras vías de crecimiento, como la financiación privada con los fondos de inversión, con quienes estoy dispuesto a seguir como socio mayoritario, pero podría estar negociando con ellos alrededor de 200 millones de dólares. Es un capital que requiere la compañia para arrancar los parques que están en puerta", declara Riquelme. En cuanto a los nuevos mercados en donde podría
establecerse, Colombia y los países de Centroamérica y República Dominicana, están entre sus planes. "Creo que soy el actor adecuado para entrar en estas naciones, porque
son países que a los grandes fondos no se les permite entrar por el tamaño de los mismos, pero nosotros podríamos instalarnos ahí y actuar como un grupo local". Estos proyectos forman parte de un plan de negocios para el período de 2018 a 2021. un lapso de tiempo que para el vertiginoso crecimiento de esta empresa podría no ser muy lejano. Tan distante como cuando Riquelme mira atrás y recuerda sus inicios en su natal Cox. reflexiona sobre la pregunta: "¿Qué te dicen tus padres sobre todo lo que ha pasado?" Hace una larga pausa buscando las palabras adecuadas, quizá el único momento durante la entrevista con FORBES en donde pareciera que se le hubieran acabado, después de un silencio prolongado dice: "Que siga
como hasta ahora en el sentido de actuar bajo una cierta ética, sin que nadie me pueda reclamar nada".